Adelante, cómase un trozo de pizza. O mejor dicho, cómase tres.  Pero antes no olvide tomar chitosán. Al menos eso es lo que dicen  unos cuantos especialistas en dietética acerca de esa fibra "absorbe grasas". El chitosán  es un derivado natural de la celulosa y se trata de un producto confeccionado a base  de caparazones de cangrejo y langosta. Según quienes lo ensalzan, el chitosán, ingerido  antes de las comidas, cuaja la grasa de manera que ésta no puede ser absorbida por los  intestinos.

Esta fibra soluble en agua también ayuda a bajar el nivel de colesterol. Se trata  de engañar al cuerpo, haciéndole creer que se trata de una dieta baja en grasas, cuando  no es así. ¿Demasiado bonito para ser verdad?. "De momento, tiene contenta a mucha gente"  afirma Justin Mann, distribuidor de chitosán, "pero el tiempo tiene la última palabra.  Si funciona, se abrirá paso en el mercado. Si no, desaparecerá de las boticas, como  tantos productos". Hay médicos preocupados porque saben que cuaja, además de la grasa  vitaminas esenciales para el cuerpo, lo que puede provocar deficiencias.

El cinturón para levantar pesas, que antes en el  gimnasio era algo tan corriente como la camiseta sin mangas y los implantes de pecho,  está en decadencia. ¿Por que? Según muchos expertos en la materia, llevar un cinturón  al realizar ejercicios de mucha fuerza puede a la larga ocasionar dolores en la parte  inferior de la espalda, pues los músculos de esta zona no intervienen en el esfuerzo de  levantamiento.

Solución: si éstas realizando levantamiento de pesas en cuclillas, ponte el cinturón. Si haces tres series de diez en pie, no te lo pongas.

Un dicho francés asegura que el trabajar es  salud y no hacer nada, el mejor modo de conservarla. En efecto, mantenerse activo  garantiza sentirse bien, pero el exceso de trabajo puede perjudicarnos seriamente.  Esto es lo que se desprende de los datos divulgados por la organización Statics Canada.  Según estas estadísticas, las personas que trabajaron más de 40 horas durante el periodo  1996-1997 aumentaron de peso, e incrementaron el consumo de tabaco y alcohol.

Se demostró, por tanto, que en dos años los trabajadores que hicieron horas extras  aumentaron los riesgos de perjudicar su salud.

Hace diez años el neurobiólogo Gordon Shaw de la  Universidad de California (Irving, USA) inició una serie de pruebas utilizando música de  Mozart. Publicó un estudio que demostraba que las personas que habían escuchado una sonata  del compositor incrementaba su capacidad imaginativa. Estas pruebas fueron realizadas por  otros especialistas, como el psicólogo Kenneth Steele de la Universidad Estatal de los  Apalaches (USA), con resultados negativos que desmontaban las teorías de Shaw.

La cuestión vuelve a estar de moda gracias a las declaraciones de Lois Hetland, de la  Facultad de Pedagogía de Postgrado de Harvard, que revisó todos los estudios realizados hasta  el momento, comprobando que la mayoría de las personas que escucharon música de Mozart y que  participaron en este tipo de pruebas superaban al resto en determinadas aptitudes.