Tipología femenina
Antes de desatar este brillante ensayo, debo aclarar que ha
sido diseñado sólo para la lectura masculina. Si alguna mujer tuviera el descaro de leerlo y, lo que
es aún peor, tratar de comprenderlo, debe saber de antemano que su segura protesta no será atendida.
Una política de la página de humor de este sección es ignorar las cartas escritas por féminas ya que
éstas, de acuerdo con las investigaciones científicas más recientes, no tienen humor.
En su esencia todas las mujeres son iguales aunque algunas son peores. El
objetivo de esta tipología es destacar las múltiples desviaciones que encontramos en esos seres. En previsión de algún tipo de guerra sucia, reafirmo de antemano mi firme convicción heterosexual debidamente comprobada por una limpia hoja de servicio público en la que se demuestra el haber complacido infinidad de mujeres desde
Carúpano a Caracas, de más lejos que más nunca, pasando por Maracaibo e incluyendo a más de una ciudad
del exterior. Sin más preámbulos, la tipología:
- Las Histórico-Tradicionales: Esta categoría agrupa a una especie de mujer en vías de extinción.
Cree firmemente en un noviazgo largo con pocos excesos. Sigue los consejos de la madre, de la misma
forma en que ésta acudía a los de la suya y de ahí al infinito. Su meta es un matrimonio con velo y
corona, como todas las demás, con la diferencia de que se enorgullecen en pregonarlo. Una vez casadas
toleran los pecadillos de su marido, en aras de la institucionalidad familiar, aunque los cuernos le
lleguen al cielo. Su lema:
Ojos que no ven, corazón que no siente.
- Las Liberales: Son un producto de los avances tecnológicos y el desorden de este siglo. Las
encontramos de dos clases: Las solteras y las divorciadas. Creen que tienen
los mismos derechos de los hombres y asumen poses intelectuales, profesionales y artísticas.
Les encanta competir y tienen orgasmos espasmódicos cuando las dejamos ganar. Aunque no lo reconozcan
nunca, tanta preparación tiene una meta fundamental: Un matrimonio con un Hombre bueno. Su frase
favorita: Los buenos están casados.
- Las empalagosas: Es un tipo de mujer insoportable. Ocupan al hombre como parte de su territorio.
Son pavosas y terribles cuando están celosas. Siempre están celosas. Al principio, uno las valora como
animalitos querendones pero después, cuando te llaman y persiguen a toda hora, las haces sufrir
intencionalmente mostrándote interesado por las otras o no prestándole atención. Su pregunta
permanente: Papi, ¿tú me quieres?
- Las Dominantes: Pretenden vengar siglos de opresión masculina. Su estado ideal es el matrimonio
ya que el hogar es su base fortificada. En general, después de casadas, demuestran la ternura de un
oficial de la Gestapo. Algunas, como la mía, golpean a sus maridos. Disfrutan demostrando
su superioridad en todos los aspectos de la vida familiar y repitiendo lo que se convierte en su
grito de guerra: Tú no sabes de eso. Cuando no se divorcian se convierten en viudas
jóvenes y felices.
- Las Perversas: Como es obvio, toda mujer tiene un cierto grado de perversidad; no obstante,
algunas exceden el límite y se convierten en subjúdices de alta peligrosidad. Las hay alpinistas,
mercenarias, falsas y algunas hasta se dedican a la política con gran éxito. En su grado máximo de
psicopatía no se conforman con las torturas tradicionales y exige que quieras a su familia. Las puedes
encontrar insaciables o insatisfechas, el resultado final es el mismo. Siendo amantes, aparentan ser
liberales pero, en la oscuridad de la alcoba, conspiran contra tu matrimonio para dejar de ser la
otra. Basta observar la sonrisa de algunas novias en la página social del periódico para
identificarlas. Su exclamación más genuina es: Hombre no es Gente.
- Las Ideales: Son un producto de nuestra imaginación. Son perfectas, inteligentes, cariñosas,
comprensivas, colaboradoras y bellas. A pesar de que estamos entrando en el Tercer Milenio de nuestra
era, nadie ha podido explicar con cierto grado de certeza el porqué del endiosamiento de la mujer en
ese estado, tan vulgar y desagradable para el Hombre, que es el enamoramiento. Toda mujer encuentra un
bobo en su camino. En mi caso particular, la mujer ideal es sordo-muda.
Como me precio de conocer profundamente la naturaleza femenina, estoy seguro que
ninguna obedeció mi orden de no leer este artículo. En consecuencia, ubíquese en la tipología y
calle para siempre.

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